Hoy, 30 de junio, los profesores hemos celebrado el claustro final de un curso que nunca
vamos a a olvidar.
Respetando todas las medidas sanitarias exigidas, hemos puesto el broche final a este
curso de reto y superación dedicando un recuerdo agradecido a todos nuestros alumnos,
que tanto y tan bien han trabajado en estos duros meses de confinamiento. Se nos hace
extraña esta despedida sin ellos en el colegio, sin su algarabía, pero nos reconforta la
esperanza certera de que nos veremos en septiembre. Y es que en ello estamos,
adecuando este colegio creativo y resiliente a la nueva realidad.
Junio también es un momento de despedidas, y esta vez es nuestro Hermano Darío el que
cambia de destino. Parte hacia San Asensio. La vida es un devenir y él así se ha mostrado,
dichoso por todas las tareas que ha podido realizar en el colegio y nuestra localidad. El
hermano Darío Medina ha sido maestro de muchas generaciones, fundador del Club Social
“La Salle”, maestro e impulsor del ajedrez entre los más jóvenes y un magnífico referente de
la congregación de Los Hermanos en Alfaro. Sabio y paciente, en estos últimos años
también ha sido nuestra guía y ayuda en la recepción del colegio. Agradecemos su
voluntad de servicio en el buen hacer y su valioso testimonio como Hermano de San Juan
Bautista de La Salle.
Le deseamos toda la felicidad del mundo y no le decimos del todo adiós. Su trabajo y
ejemplo quedan en nosotros, en toda la comunidad educativa de La Salle El Pilar.
Gracias Hermano Darío Medina, gracias alumnos, gracias familias. Descansemos en este
verano para llegar ilusionados al próximo curso.
Feliz vida, feliz verano.